Dear Diary

Hola a todos, hoy les comparto mis contribuciones a Dear Diary, recuerden que pueden participar aquí:http://wonderwallpalace.blogspot.com.ar/2014/05/dear-diary-vii.html

Haré tres consignas juntas, ya que la iniciativa comenzó hace un tiempo y ya hay una lista de ellas, así no quedaré muy atrasada.

Comenzaré.

Dear Diary I

"Chica de veintiocho años  sentada en su habitación frente a un vestido blanco completamente destrozado"

Querido Diario:

                           De niña soñé con este día, lo sabes bien. También sabes cuántos preparativos, cuántas ilusiones he juntado dentro de mi corazón, cuántos sueños y anhelos. Sabes, porque tú eres el único que sabe todo de mí, cuánto amo a Robert. Pero las bonitas historias siempre
tienen un pero. Hoy, que debía ser el mejor día de mi vida, se ha convertido en el peor, porque todo lo que construí con tanto amor y cariño, se vino abajo. ¿Cómo? Fácil, con una simple visita de una mujer que no conozco, que me ha dicho su verdad, que por desgracia también es la verdad de Robert. Ella es su verdadera esposa, con la que tiene hasta un hijo, con ella estaba cuando me hablaba de sus reuniones de la empresa porque era un empleado importante que pronto iban a ascender al mejor cargo. Todas esas ausencias fueron mentiras. Robert me ha engañado durante estos ocho años, en los que nunca dejé de quererlo, y él nunca dejó de mentirme.

                          Por eso, mientras escribo esto, la tinta del bolígrafo se está corriendo un poco, porque mis lágrimas están imparables. Imagínate el dolor que siento, la vergüenza, la desesperación que me está volviendo loca, que he destrozado el vestido. Sí, ¿recuerdas el vestido? Ése tan bonito, que se parecía al de todas las princesas de los cuentos…Ahora está aquí, hecho trizas en la cama, a mi izquierda, y lo miro de reojo, como si fuera una amenaza aquello que tanto me ilusionó.

                        Tendré que buscar una forma de seguir con esta poca vida que me quedó…

Dear Diary II

"Niño de nueve años sentado en el pasto observando el cielo, junto a él tiene un peluche gastado" 

 Querido diario:

                           Perdón por no escribir seguido, ya sabes que no le tengo paciencia a los diarios. Exacto, no te tengo mucha paciencia a ti tampoco, pero hoy me han entrado ganas. He dicho “exacto”, ésa palabra siempre la dice el Tío James. Nunca dice “sí”, dice “exacto” y parece más importante. Por eso la comencé a decir yo también, así parezco un señor importante como él. El día está genial, y ya me cansé de patear la pelota, al final Tommy no vino, prometió jugar y no apareció, es un maldito. Así que como me cansé, me tiré sobre el pasto y agarré a Kooki, mi oso. Él sabe todo, por eso no necesito un diario, porque yo le hablo a él. El cielo está bien celeste, y no hay nubes, es una lástima porque quería jugar  a buscarles formas. Siempre hago eso con papá, o lo hacía, porque hace mucho que no viene. Se fue a la guerra, pero no se murió porque escribe siempre y me dice que me traerá juguetes. No sé qué podrá comprar en la guerra, allí no hay juguetes. La maestra dice que soy afortunado y que mi padre fue a defender a la patria, yo ni sé qué es eso, y Kooki tampoco.

Dear Diary III

"Chica joven bajo la lluvia. Tiene un paragua en la mano y lagrimas saladas caen por su rostro"

Querido diario:

                           Hoy fue un día de horror. Me ha pasado de todo, tanto, que terminé llorando de pura bronca. Fui a trabajar a ese supermercado maldito y el jefe, otra vez me dijo que me busque otro trabajo, que están despidiendo gente y como el otro día me dormí, ya no soy buena empleada. Mira lo que me dice, la excusa que encontró le viene genial. Así que trabajé, y creo que me hice daño en la cintura con las jodidas cajas llenas de latas de tomate. Volví a casa y ni me preocupé por ir al turno tarde, si total ya me van a despedir. Cuando llegué, adivina quién estaba. Sí, mi hermana y sus cincuenta críos. Bueno no, cincuenta no, son tres, pero valen por cincuenta. No sé qué culpa tengo de que se haya separado y que con mi madre se lleve absolutamente mal. Cuestión que el mayor de mis adorables sobrinos me rompió la pantalla de la laptop. ¿Con qué la voy a pagar? Ni idea. Como pude me arreglé, hay que ir presentable a buscar trabajo y me fui, esperando que cuando regresara ya no estuvieran, aunque más bien suponía que encontraría mi casa reducida a escombros. Y no sólo no encontré nada de trabajo, sino que la mayoría de las estúpidas dependientas que me atendieron, lo hicieron de mala  manera, como si tuviera la peste. Perdí mi boleto para el autobús y tuve que viajar en metro, frente a un hombre con aspecto de terrorista. No te rías, era muy real, y me bajé una estación antes para no morir. Por suerte no pasó nada en el metro, pero a mí sí. Como siempre, se largó a llover, pero yo, chica previsora, tenía paraguas. Llegué a mi casa y ¡suerte! estaba sana y salva y no había nadie allí. Pero no todo podía ser alegría, porque ¡perdí las llaves! No sé, aún no me explico dónde pude haberles perdido, las llevaba en el bolso y ya no están. Tuve que caminar hasta la casa de mi querida hermana y no sólo no estaba, sino que cuando emprendí el camino hacia lo de mi madre, caí sentada en medio de un charco. Mi mejor ropa, arruinada. Y yo llorando como una niña.

                              Al final, mi madre me dio sus copias de las llaves de mi departamento, y una sopa caliente. ¡Por eso te quiero, mamá!