¡Hola! La verdad es que hacía mucho tiempo que no me dedicaba a “Correspondencia Ajena” (de hecho, sólo hice una. Sí, soy mala alumna). Así que aquí dejo la segunda carta. Si desean participar, sólo entren al banner que está al pie del blog y tendrán más info.
Emisor: Un soldado que marcha a la
guerra. Destinatario: a elegir.
Buenos días, abuelo.
Hoy salgo para Puerto Argentino, y como no me dejan
viajar hasta el pueblo, llamé a mamá por teléfono y Ana, que vive acá, vino a
despedirme, pero como vos no tenés teléfono (¿ves que sirve tenerlo? No seas
renegado y pedí una línea) no te puedo llamar, así que te mando una carta, que
espero llegue rápido.
No sé bien de qué se trata esto, mucho no nos explicaron,
pero desde ayer, que nos avisaron que íbamos a las islas, pensé mucho en vos.
Unos dicen que esto es una joda, que vamos a ir por una semana y listo, y otros
dicen que no, que lo que se viene es algo bravo, y eso me da mucho miedo. Ya sé
que soy cobarde, no tendría que decir que tengo miedo, vos mismo me lo
enseñaste, pero qué se yo, tenía la esperanza de terminar el servicio militar
en unos poquitos meses, y ahora pasa esto…La verdad, no me lo esperaba, será
por eso, porque me agarra de sorpresa, que siento esto. Por eso pienso en vos. Abuelo, vos te
escapaste de la guerra, yo me acuerdo de lo que contabas en la sobremesa de los
domingos, te las viste muy jodidas cuando venían los alemanes y te salvaste por
poco hasta que te pudiste subirte a un barco vestido de mujer y llegaste acá. ¡Já!
¡Vestido de mujer!
Dicen que soldado que huye sirve para otra guerra, yo
le agregaría que si no sirve él, sirve el nieto…¿A vos te pasó igual que a mí?
Porque no soy capaz de imaginarte con miedo, para mí sos un tipo fuerte que no
sabe lo que es temblar. Decime abuelo, decime qué se siente estar ahí, si pasan
muchos días, ¿qué se hace? Dicen que en Malvinas hace mucho frío, y más ahora
que se viene el invierno…Ojalá que dure una semanita, como dicen los chicos de
acá…O que me pueda escapar vestido de mujer. Ojalá no me pase lo mismo que a
vos.
Deseame suerte, y espero que me puedas contestar.
Te quiero, viejito.
Julián.
1/4/1982.
Ah, ¡que bello María! Cuando pusiste la foto de los soldados de las Malvinas ya se me partió el alma del todo, lo que habrán luchado todos esos jóvenes que no sabían ni donde estaban parados...
ResponderEliminarPero bueno, más que nada hay que enorgullecerse de lo que hicieron, que es motivar a millones de argentinos de todas las edades y épocas, ojalá descansen todos en paz :)
Y muy linda tu pequeña versión con Julián, me gustó mucho. Un beso enorme ♥
Hola!! Vi tu blog en el muro de comunidad blogger Argentina y ya estoy siguiendote... Te djo el mio por si queres visitarme :) saludos!! http://unmillonde-emociones.blogspot.com.ar/
EliminarUna carta preciosa de verdad, llena de sentimiento.
ResponderEliminarMe ha encantado descubrirte, volveré por aquí y te invito a mi blog. Además tengo un sorteo internacional activo
Besos
Muy linda carta, me gusta como escribes!!
ResponderEliminarMe gustó lo que escribiste y que hayas elegido la guerra de Malvinas, me hiciste acordar de un caso (real) que contaba mi papá de 3 generaciones de soldados: al nieto le tocó la guerra de Malvinas, al padre la Guerra civil española o la segunda guerra mundial (no me acuerdo bien) y al abuelo la Primera guerra mundial. Saludos!!!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarWoow que fuerte ver la imagen de esos cascos "caidos" .. Malvinas no?
El texto es precioso.
Un besito