¡Buenas y lluviosas
tardes! Hoy se me ocurrió traerles una serie de tips propios que uso cuando
algo muy pero muy malo aparece: la falta de inspiración. Amo escribir y casi
siempre tengo algo en mente para volcar al papel, pero a veces deseo hacerlo y
me falta esa bendita y maldita inspiración. Todo sale mal, feo, incoherente…Y
uno se frustra.
Muchos saben que
escribo fanfics (bueno, ahora sólo tengo uno) por lo tanto es una “pequeña
responsabilidad” porque hay que actualizarlo regularmente y darle a quien lo lee
cosas buenas y no capítulos que no aporten nada a la historia, pero a veces eso
resulta imposible. Es ahí cuando pongo mis tips en acción.
1- RELAJARSE
“Uy pero qué fácil lo decís”, dirán ustedes. Bueno, sé
que se dice fácil y que cuando uno tiene que escribir sí o sí, el “relajate” no
sirva para nada. Error, sí sirve. Dejar de pensar un rato en eso, tomarse un café
en el jardín o mirando por la ventana, mirar un rato de televisión (no
noticias, por favor) o mensajearse con un amigo o mirar el Facebook puede
ayudar aunque creamos que es todo lo contrario. A veces distraerse no es tan
malo como lo pintan.
2- LEER
Siempre digo que la lectura es el alimento del
cerebro. Si no leemos, mucho menos podremos escribir. Podemos tener una prolífica
imaginación sin haber tocado un libro, pero a la hora de poner esa imaginación
en palabras…la cosa cambia y mucho. Si no sabés qué diablos escribir, leer un
rato o dejar lo que escribís por uno o dos días y dedicarte solamente a leer te
ayudará muchísimo.
3- ESCUCHAR MÚSICA
El consejo más clásico y uno de los que mejores
resultados da. Lo bueno es escuchar música acorde a lo que uno quiere escribir,
por ejemplo, si vamos a escribir sobre un súper drama, no es muy bueno ponerse a
escuchar cumbia. A veces, lo mejor es lo instrumental, y con instrumental no sólo
me refiero a música clásica, sino que también puede ser un poco de electro,
para que las neuronas se activen.
Escuchar una y otra vez una canción cuya letra habla
más o menos de lo que pretendemos escribir, ayuda mucho, al contrario de muchos
que piensan que te cansa escuchar siempre lo mismo. A veces, la música en
castellano ayuda y otras desconcentra, así que si vas a escuchar en castellano
tratá de que la letra te ayude a inspirarte más.
4- APUNTES VAGOS
De acuerdo, ya
hiciste todo y no pasa nada. Llegó el momento de los apuntes vagos. Tenés una
idea, tu problema es no saber cómo escribirla de una forma que te guste. ¡No
pierdas esa idea! Anotala, soltala en algún papelito, agregale otras cosas que
se te ocurrieron junto con la idea, como el final, por ejemplo. Vas a ver que
al ponerte a escribir esos apuntes sin ton ni son, aparecerán en tu mente más
detalles para agregarle, y más, y más…La inspiración está volviendo, quizás no
tanto como para que de una ves por todas te pongas a escribir, pero algo es
algo, esperala.
5- REVISAR OTRAS HISTORIAS
No tenés inspiración y la autoestima se te cayó el
suelo. Un buen remedio es revisar otras historias que hayas escrito con
anterioridad o capítulos anteriores al que querés escribir y no te sale. Te
aseguro que comenzarás a ver lo genial de esas historias, te reirás mucho
diciendo “¿cómo pude escribir esta barbaridad?” o verás errores y los
corregirás. Eso te dará más impulso para que empieces a escribir.
6- SALIR A CAMINAR
Vendría a ser la parte dos del “Relajate”. A veces es
necesario salir de casa porque tu madre te habla, el perro te ladra, o el
vecino puso la música a todo volumen. Caminar
pensando en cualquier cosa te va a ayudar a que las ideas fluyan. No importa si
el día está horrible, se sabe que la lluvia es la musa adorada por escritores y
poetas. Caminar sin rumbo fijo, mirar a la gente, meterse en negocios porque sí,
pueden ser disparadores que necesitabas para tu historia y que encerrado en tu casa no encontrabas a
mano. Nota: si salís, dejá el celular.
7- PONERSE A ESTUDIAR
No puedo creer que yo esté diciendo esto pero sí, lo
digo. Ponerse a estudiar hace, instantáneamente,
que pienses en cualquier otra cosa y que se te aparezcan muchas historias en la
cabeza. Está comprobado por mí, siempre.
8- HACER JUEGOS DE PALABRAS
Un crucigrama o jugar al scrabble con tu vecina puede
hacer que tu cerebro se reactive. Pensar las palabras sueltas y no unidas a
frases o ideas te ayudará a conocer nuevas y poderlas emplear para expresar lo
que querés transmitirles a tus lectores.
9- HACER ALGO QUE NO TENGA NADA QUE VER
Dejá de lado la intelectualidad, la bohemia de
escritor frustrado, y la melancolía de Rayuela. Largá esos libros, cuadernos,
laptop, lapicera, lápiz o lo que uses para escribir y ponete a hacer algo
totalmente distinto, como cocinar, coser, plantar flores, saltar a la soga, o
hacer alguna manualidad. Mientras lo hagas se te ocurrirán cosas.
10- MIRAR UN MAPA
Ni Google Maps ni nada raro. Agarrar un simple mapa de
los que se usan en la escuela, o un atlas, y sentarse a mirarlo, leer sus ciudades,
mirar cuán cerca o lejos está algún sitio de donde vos vivís, hace que viajes
con tu mente sin siquiera proponértelo y que enseguida se vayan hilando
preguntas sobre ese sitio, que terminarán en historias. Es loco decirlo, pero
da buenos resultados.
Si les gustaron estos tips, pónganlos en práctica y
vean sus resultados. ¿Qué tips personales tienen ustedes?