domingo, 22 de septiembre de 2013

Crónicas del Ángel Gris - Alejandro Dolina

Lo importante para poder ubicarnos y entender una obra, es saber el contexto, por eso, comienzo esta entrada con la imagen de la estación de Flores, barrio de Buenos Aires. Y digo que lo importante es ubicarnos en el lugar porque este libro, Crónicas del Ángel Gris, se desarrolla íntegramente ahí, en Flores. Este libro, y todos los que le siguen. Uno termina encariñándose con ese lugar aunque no haya ido nunca. Y es que, a la larga, termina conociendo cada calle y cada esquina de esa ciudad-barrio.
Este libro llegó a mis manos cuando apenas tenía 15 años y muchas ganas de viajar por ahí, aunque fuera en mi imaginación. Mi padre me lo dejó sobre la mesa de luz, lo compró mas que nada para calmar el fanatismo creciente de su hija por Alejandro Dolina.
Cuando lo abrí y comencé a leerlo, mucho no entendía. Después, todo fue relacionándose, cada palabra fue atándose con otra hasta que mi cabeza entendió, y con el paso de los años y de las releídas, memorizó, cada historia de Flores.
Pero comencemos explicando bien. Flores el escenario de un sinfin de historias ficticias, en las que viven y sueñan un grupo de personajes bohemios con mala suerte en todo, pero principalmente en el amor, y eso es lo que mas les duele. Supuestamente, por este barrio se pasea un ángel, un ángel triste como ellos, el Ángel Gris, cuyo “poder” y única función, es la de repartir sueños. Pero no los sueños que soñamos despiertos, sino esos sueños que soñamos cuando apoyamos nuestra cabeza sobre la almohada, esos sueños que muchos ni recuerdan cuando despiertan. Entonces las historias se van enlazando, historias de amores, de sociedades disparatadas, de fiestas, de fantasmas, de músicos locos, todas ellas con estos personajes tristes y melancólicos y el ángel.

LA DECADENCIA DELA AMISTAD.

Muchos pensadores han creído notar que, en estos tiempos, la amistad es mas un tema de conversación que una actividad concreta. Por cierto, es relativamente fácil encontrar personas dispuestas a componer canciones sobre los amigos. En cambio es bastante dificil conseguir que esas mismas personas le presten a uno dinero. Según parece, el sentimiento amistoso se halla en decadencia. Todos los dias uno tropieza con canallas que lejos de preocuparse por la escasez de amigos, se jactan de ella. -Yo, amigos, lo que se dice amigos, tengo muy pocos, o ninguno- nos gritan en la cara . Y no advierte que el sujeto esta esperando que lo feliciten por semejante hazaña. En los años dorados de Flores, cuando alcanzaban su apogeo la comprensión, la poesia y el juego del codillo, también existian enemigos de la amistad que preocupaban a los Hombres Sensibles. Manuel Mandeb, el metafisico de la calle Artigas, colecciono algunas de sus obtusas opiniones en un opúsculo titulado maliciosamente Los amigos. Como ya es costumbre, transcribimos algunos párrafos. "... La amistad debe nacer en la juventud o en la infancia. Nuestros amigos son aquellos que aprenden junto a nosotros o, mejor todavia, los que viven aventuras a nuestro lado. Y por lo general, la gente aprende y vive aventuras en la juventud. Después casi todo el mundo consigue algun empleo en casas de comercio y ya resulta imposible adquirir conocimientos nuevos o pelearse con una patota. "...A los once o doce años, uno empieza a hartarse de la familia y encuentra que los muchachos de la esquina son mucho mas divertidos que el tio Jorge. Du- rante mas o menos una decada nadie estara mas cerca de nuestro corazón que esos muchachos. Y si uno quiere aprovisionarse de amigos, debe hacerlo en ese periodo. Despues sera demasiado tarde..." Segun se aprecia, el criterio de Manuel Mandeb es interesante y tal vez verdadero. Sucede que en cierto momento de la vida uno descubre que esta rodeado de extraños: compañeros de trabajo, clientes, acreedores, vecinos y cuñados. Los amigos de verdad están lejos, probablemente encerrados en circulos parecidos. Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan palidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, que ya no estan. Cuando uno es joven no cuenta historias a sus amigos:las vive con ellos. A pesar de estas sabias reflexiones de Mandeb, existio en Flores una agencia destinada a ofrecer amistad a los solitarios. Fue la celebre Proveeduría de Amigos de Ocasión. Sus fines de lucro eran innegables. Todavia hoy se recuerda su 'slogan' publicitario: "Tenga un amigo desinteresado. Páguelo en cuotas". Con solo acercarse al mostrador, el cliente ya notaba un clima amistoso y amplio. Los empleados sabían como atacar. -Buenas tarde. No sabes lo que me hizo esta mañana la bruja de mi mujer. Y a los treinta segundos uno se sentia entre amigos. Despues, entre palmadas, guiños, pellizcones y confidencias, los comerciantes iban mostrando el amplio catalogo de la proveeduría. Tenian amigos silenciosos, dispuestos a escuchar cincuenta veces la historia de una operacion. Amigos complacientes, siempre amables y elogiosos. Amigos efusivos que saludaban con abrazos y se despedian a los gritos. Amigos divertidos, ruditos en cuentos picantes y expertos en bromas pesadas. Tambien se prestaba un servicio un tanto oneroso, especialmente para personas encumbradas. Consistia en el alquiler de una cohorte de adulones que acompañaban al cliente a todas partes, se reian de sus chistes, aplaudian sus ocurren- cias y suscribian con entusiasmo cualquiera de sus pensamientos. Precediendo a esta comparsa, solia marchar un corneta, que abria la puerta de los bares y asomando la cabeza gritaba: -¡Ahí viene el doctor Del Prete...! El trabajo se hacia tan bien, que muchos de los contratantes ya no podian prescindir de el nunca mas. Muchos profesionales del barrio extinguieron su fortuna pagando este servicio de la agencia. Un asunto que molestaba a los clientes era el rigor de los Amigos de Ocasion en sus horarios. Cuando vencia el plazo estipulado, se termianaba la amistad. Sin saludar, los contratados daban media vuelta y se iban, muchas veces interrumpiendo una carcajada o librandose bruscamente de un abrazo fraternal. Sin embargo, hay que admitir que algunos aspectos del funcionamiento de la proveeduria eran bastante nobles. Por ejemplo, la Sección Niñospermitia que los padres eligieran a los amigos de sus hijos, sin correr riesgo alguno. Para ello se contaba con un numeroso plantel de chicos e incluso enanos, adiestrados en diferentes actitudes. Segun el gusto paterno, podian encontrarse pibes atorrantes para avivar a los pequeños pelandrunes, niños estudiosos para estimular a los adoquines, y criaturas educadas y juiciosas para serenar a los mas piratas. Desde luego, no pudo evitarse que muchos chicos se resistieran a la decision de los padres. Asi se oian con toda frecuencia en Flores frases como esta: - Camine a jugar con los amiguitos que le alquilo su padre, caramba...! Asimismo existia un departamento para Damas, con un amplio surtido de chimentos. Algunos malintencionados decian que las mujeres no contrataban amigas, sino enemigas, pero ese es otro asunto. El fracaso mas estruendoso fue el de la seccion Amistades Mixtas. Nada cuesta razonar que los caballeros que solicitaban amigas escondian casi siempre otras intenciones. No se espante el lector pensando que nos internaremos en un tema tan manoseado como el de la amistad entre la mujer y el hombre. Vale la pena - eso si- recordar lo que dijo Manuel Mandeb a una amiga suya, tal vez alquilada en la proveeduria. -Vea. Yo puedo ser su amigo si usted quiere. No tratare de seducirla ni me pondre romantico ni le hare propuestas indecorosas. Pero sepa que yo necesito que exista un amor potencial. Me resulta indispensable que exista una posibili- dad en un millon de que algo surja entre nosotros. Le aclaro que es probable que si se da esa circunstancia yo salga corriendo. Pero es unicamente en vir- tud de esa remotisima chance que yo estoy aqui oyendo su conversacion como un imbecil. Los Hombres Sensibles nunca fueron buenos clientes de la agencia Amigos de Ocasion. Quiza porque sus presupuestos eran muy humildes. O a lo mejor porque les gustaba que los quisieran gratis. En cualquier caso, los muchachos del Angel Gris tenian un criollo pudor en estas cuestiones. Para ellos andar declarando publicamente el grado de amistad que sentian por alguien era cosa de afeminados. Manuel Mandeb pasaba largas horas en la esquina de Artigas y Moron fumando con Jorge Allen, el poeta. Muchas veces ni se hablaban. Se contentaban con saber que el otro estaba alli. Ya en su ultima etapa, la proveeduria empezo a ofrecer viejos amigos. En un principio la idea consistia en rastrear -a pedido del cliente- el paradero de personas ausentes y lejanas. Pero como advirtieron que la tarea era demasiado complicada, resolvieron que era mas facil inventar antiguas amistades que rescatarlas del pasado. Se preparo entonces un magnifico grupo de viejos mentirosos que ante la entrada de algun candidato de cierta edad, fingian reconocerlo y le soltaban cuatro o cinco recuerdos para ir tomando confianza. Esta seccion trabajaba mucho en las cenas anuales que suelen realizar los ex- alumnos de los colegios. Su mision consistia en ir reemplazando a los fallecidos y mantener siempre firme la concurrencia. Asi, en cierta reunion de egresados del Colegio Nacional Nicolas Avellaneda, promocion 1921, se dio el curioso caso de que ninguno de los asistentes habia pisado jamas ese establecimiento, lo que no les impidio evocar a profesores, reirse de pasadas travesuras y brindar por encuentros futuros. Con el tiempo, la actividad de la agencia fue amenguando. Contribuyo a este hecho cierta mala prensa que siempre tiene la amistad entre los espiritus escepticos. En Flores, y en todos los barrios, se contaban leyendas sobre las traiciones de los amigos y sobre las ventajas de la soledad. Todavia en nuestro tiempo hay personas que se complacen en declarar que los perros son mas leales y sinceros que los humanos. Cabe sobre esto una pequeña reflexion. Tal vez sea cierto que los perros no traicionan. Pero esto no es en realidad una virtud del animal. Ocurre simplemente, que la modica organizacion mental del perro le impide realizar procesos tan complicados como una estafa. Es decir: los perros no pueden traicionarnos, por la misma razon que no se les permite escribir novelas. Hoy cuando ya no existe la Agencia Amigos de Ocasion, vale la pena preguntar- se si no sera necesario inventar algo para reemplazarla. Sera dificil, desde luego. Nadie podra rescatar a los amigos perdidos. Poco podra hacerse para librarnos de los desconocidos que llenan nuestro tiempo. En todo caso, cada uno de nosotros debera cuidar lo poco que tenga. Sin com- poner canciones ni escribir poemas. Se trata unicamente de sentarse un rato en la vereda o de matear en silencio con los que estan mas cerca de nuestro espiritu. Si uno no tiene ya a los de antes, cabe decir que tal vez existen en el mundo amigos viejos a los que todavia no conocemos. Yo mismo, las otras noches resolvi salir de mi encierro y lleno de ilusiones me encamine a cierta esquina que conozco. Tenia ganas de fumar en silencio junto a tres o cuatro sujetos que se estacionan en ese lugar. Pensaba ademas cosechar algun guiño amistoso despues de estos años en que estuve tan ocupado. Pero algo raro debe haber sucedido, porque no habia nadie. 


Esta es una pequeña muestra de las historias que llenan este libro maravilloso, del que por lo menos yo, me enamoré y al que siempre vuelvo, porque son de esos que se pueden leer hasta de atrás para adelante. O sea, que es una gran compañía.
Olvidé decir que todo tiene su toque de humor y también de nostalgia, porqué no.
Otro relato que me gusta mucho es “Refutación del regreso”, muy recomendable para aquellos que vivimos pensando en el pasado y quisiéramos volver.
Y ya para finalizar, les dejo el link donde pueden leer más. Lamentablemente, no encontré el libro ocmpelto, solo selecciones, pero se puede conseguir en cualquier librería y su precio no es muy elevado. Si tienen cerca alguna feria de libros usados también seguramente se puede conseguir allí, ya que tiene muchas ediciones.


Espero que lo disfruten!

1 comentario:

  1. Creéme cuando te digo que me acabo de prendar, de nuevo, de un relato que llega a mis manos (o a mis ojos en este caso) a través de ti. Me ha encantado. Me encanta esa genialidad al escribir, esa manera de contar las cosas, esas reflexiones que aboca. Y me leeré, gustosa, el resto de relatos que has pasado en el link, saboreándolos cada uno tal y como he hecho con este.
    Ay, amistad... Tal vez sea el concepto que menos entiende la humanidad. Idealizada por unos, menospreciada por otros. Tal vez sea por esa mezcla de individuo y ser social que llevamos en nuestro interior, esa contradicción que tenemos dentro los seres humanos. Y sin embargo, desde mi humilde punto de vista, es necesaria. Todos, incluso los que claman a los cuatro vientos su pasión por la soledad (tal vez porque no han encontrado a nadie capaz de aguantarles), necesitamos dosis de amistad de cuando en cuando, sentirnos dentro de un círculo que no es el estricto círculo familiar. Y si no, que se lo pregunten a los que contrataban los servicios de la agencia... De hecho, creo que si esa agencia existiera de verdad tendría, más aún en nuestros días, una nutrida clientela. Supongo que va íntrenseco a la naturaleza humana ese hecho de que seamos seres sociales.
    Por cierto, me encantó la reflexión sobre los perros. Exacto. No nos pueden traicionar, jamás, como tampoco nos traicionaría una rata o un murciélago. La traición requiere de intelecto, de capacidad de idear y actuar con segundas intenciones, y mucho me temo que los pobres perritos, por listos que sean, puedan traicionarnos. Eso, para bien o para mal, es algo que sólo cabe en el cerebro de los seres humanos. La razón: nuestra bendición y nuestra desgracia a la vez.
    Gracias por la recomendación y por hacerme ver que aún tengo un inmenso horizonte de grandes libros por descubrir! :)

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