lunes, 13 de abril de 2015

Historias de escritores: Eduardo Galeano



Hola a todos. Hoy he decidido retomar esta sección del blog para rendirle un pequeño homenaje a un escritor que quise y quiero mucho, y que hoy, 13 de abril, falleció. Se siente un poco raro escribir sobre él hablando en pasado, porque ya no está, pero él merece y yo, egoístamente, necesito mencionarlo aquí. No sé si podré darle un toque muy biográfico a esta entrada, más bien expresaré todo lo que siento y me hizo sentir con sus palabras tan bien elegidas y escritas.
Galeano fue un gran escritor que supo darle a cosas cotidianas, simples, y a menudo trágicas, un toque de magia y de identificación con nuestras raíces más profundas que nos atan a esta tierra en la que nacimos y a la que amamos y a la vez aborrecemos. Supo arrancarle a cada historia latinoamericana su “bastardez” y su marginalidad para presentarlas con orgullo y para que supiéramos sentirnos orgullosos.
Mi primer contacto con él fue, como muchos contemporáneos míos argentinos, en la escuela secundaria. Un buen profesor de literatura  con buen gusto nos acercó fragmentos de “Memoria del fuego”. Si bien era, como todo en la escuela, una lectura obligada, sus explicaciones ayudaron  a entender (por lo menos a mí) lo que Galeano pretendía transmitir: no sólo leyendas de la tribu tal o cual, sino el sentimiento de aquellos primeros originarios, su cosmología, y nuestros parecidos con ellos a pesar de estar tan lejos en el tiempo.
Lo que supe de Galeano, tiempo después de finalizar el colegio, fue  a través de sus citas o pequeños fragmentos de relatos, hasta que cayó a mis manos “Los hijos de los días”. Me pareció maravilloso un libro que tuviera una pequeña historia para cada día y que no parecía un libro de autoayuda como los que tenía mi tía (que está llena de libros “de pensamientos positivos” para cada día) Esto era distinto, una historia real y bella para cortar un día malo y de rutina. Después apareció “El libro de los abrazos” libro entrañable desde su título hasta su última página. Galeano lo escribió entre tres costas: la de Montevideo, la de Buenos Aires, y la de Cataluña. Su exilio huyendo de la dictadura uruguaya, lejos de traerle pesares, lo conectó al seno de la cultura española más vapuleada, encontrando allí también, en el país conquistador, “venas abiertas” como en la propia América.

Después, debo confesarlo, no leí más nada. Me quedé con esos, con los que más me gustaron y me llegaron, aunque nunca perdí las ganas de leer todo su material. Estoy segura que pronto lo leeré, más ahora, que una sabe que él ya no está y por lo tanto, aunque no lo haya conocido personalmente, lo extrañará.

Comparto algunas frases de sus libros:

Quien no se hace el vivo va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del qué me importa, el qué le vas a hacer, el no te metás, el sálvese quien pueda. Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale. En el Río de la Plata, llamamos 'bobo' al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos 'bobo' por lo mucho que trabaja.
                                                          -El libro de los abrazos.


El poder es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha.
                                                       -Días y noches de amor y de guerra

La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder.
                                   -Las venas abiertas de América Latina


También les comparto un relato de “Los hijos de los días”.



Febrero 11
 No.

 Mientras nacía el año 1962, una desconocida banda musical, dos guitarras, un bajo, una batería, grabó en Londres su primer disco. Los muchachos regresaron a Liverpool y se sentaron a esperar. Contaban las horas, contaban los días. Cuando ya no les quedaban uñas por comer, un día como hoy recibieron la respuesta. La Decca Recording Company les decía, francamente:
No nos gusta su sonido.
Y sentenciaba: Las bandas de guitarras están desapareciendo.

Los Beatles no se suicidaron. 


3 comentarios:

  1. Interesante entrada. Por último la frase es muy razonable.

    Saludos!!!

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  2. Interesante entrada. Por último la frase es muy razonable.

    Saludos!!!

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  3. Galeano es una parte importante del porque de mis valores y creencias. Horas antes de tener que ir a votar es bueno siempre recordarlo, me afirma mis decisiones... Con fragmentos como "El Sistema/1" realmente logra hacerte sentir identificada en esta anomia que hay en nuestro país y en muchos otros de Latinoamérica.
    Besos!

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